29 agosto 2008

Charla de Ricardo Lagos sobre cambio climático: Comentario de Sergio Praus*

*Sergio Praus es abogado, consultor, profesor de Derecho Ambiental y Director del Centro Froward de Derecho Ambiental de la Universidad de Magallanes. Esta entrada es un comentario a la columna del 22 de agosto pasado titulada Charla de Ricardo Lagos sobre Estado actual de las negociaciones de cambio climático.
Este no es un tema que podamos arreglar ironizando con el Sr. Lagos. Lejos de tomar una defensa del ex presidente, me parece una enorme oportunidad que éste tenga el cargo internacional que ostenta. Por el contrario, imagino yo, dada la claridad y manejo del tema que exhibió el Sr. Lagos en su Conferencia, es una verdadera oportunidad que en tal cargo un personaje político de relevancia en Chile acceda e influya en el debate internacional. Es de esperar, también, que influya en el debate interno e impacte en la urgente necesidad de nuestra sociedad para focalizar nuestros esfuerzos energéticos por la vía que mejor concilie las necesidades de abastecimiento con las de conservación del patrimonio natural.

No estoy de acuerdo con el proyecto Hidroaysén. Visceralmente no me agrada, ya que hay experiencias de generación de hidroelectricidad bastante menos invasivas e impactantes al entorno, en especial apreciando el de nuestras regiones australes, cuyas bellezas y recursos deben ser "racionalmente protegidos". No se trata de frenar el desarrollo en ningún caso. Por el contrario, es deber del Estado velar por el bien común, el que lleva implícito el proceso de mejorar los niveles de desarrollo. El gran tema sustancial que el mundo entero enfrenta hoy es que los paradigmas respecto de como alcanzar este desarrollo cayeron por el precipicio. Estamos al borde de una crisis climática sin precedentes, precisamente por el "estilo de desarrollo" que hemos implementado por más de un siglo.

Cuando la transacción entre energía y patrimonio ambiental se inclina en favor de la energía (bajo las modalidades tradicionales)... ello indica que nuestra sociedad no está comprendiendo. Nuestro líderes y empresarios no están entendiendo. La comunidad en general tampoco tiene muy claras las implicancias del modelo de desarrollo.

Personalmente apoyo, sin duda alguna, que una de nuestras fuentes de generación energética siga siendo la proveniente de los recursos hídricos. Pero el sistema de megaembalses y enormes centrales está siendo cambiado por proyectos a una escala mucho menor en otros países. ¿Que estamos esperando?,.. es incomprensible que la clase dirigente chilena no acometa seriamente y en forma persistente, un viraje sustantivo en esta materia, como un tema de Estado, con la urgencia que nos comienza a imponer nuestro propio planeta, el que nos está pasando una seria cuenta.

No se puede "apagar la luz", como más de alguien ha señalado. Pero hay que invertir en energía geotérmica, en bioenergía, solar y eólica,...recursos que combinados pueden brindar cobertura a los requerimientos energéticos, inclusive considerando el crecimiento y expansión del consumo en las próximas décadas.
Las escalas de cobertura de distintas fuentes de generación debieran ser mas focalizadas y debieran también proyectarse soluciones regionales y locales. Países como Alemania ya están en un pleno proceso de cambio y ajuste. En este país, por ejemplo, el año 2006 se generaron casi 17.000 millones de kilovatios hora a partir de la biomasa, de los cuales mas de 10.000 millones se generaron con madera (Fuente: Revista "deutschland" Nº 3/2007).
Otro dato menos alentador: al menos 5 a 6 mociones parlamentarias desde el 2006 hasta la fecha, orientadas a trazar nuevos rumbos en materia energética, han quedado estancadas en su discusión, a poco andar luego de ser ingresadas a trámite. Aún así, tenemos una Ley, la Ley Nº 20.257, orientada a fomentar la generación de energía eléctrica con fuentes de energías renovables no convencionales. Es de esperar que se pase de las leyes y planes, a las acciones concretas. Nuestra sociedad demanda "eficiencia" en las soluciones, pero no a costa del patrimonio natural. El de la Región de Aysén es un activo ambiental patrimonialmente relevante. No es posible que no existan alternativas equivalentes orientadas a generar la energía proyectada por estas centrales, y que no tengamos la capacidad de estudiar mecanismos económicos que permitan silventar racionalmente posibles mayores costos.
En el Blog del Centro Froward de Derecho Ambiental de la Universidad de Magallanes hemos ya iniciado una línea editorial en este tema. En las zonas australes esta discusión es de mucho mayor impacto de lo que se percibe en nuestra Capital.
Saludos afectuosos a los integrantes del CDA.
Sergio Praus

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