28 marzo 2007

Ministra de Medio Ambiente

El 27 de marzo de 2007, tras casi un año de tramitación que este blog siguió minuto a minuto, se publicó en el Diario Oficial la Ley 20.173 que Crea el cargo de Presidente de la Comisión Nacional del Medio Ambiente y le confiere rango de Ministro de Estado. Descargue el texto de la ley.

El mismo día, Ana Lya Uriarte, abogada de la Universidad de Chile, profesora de nuestro Magister de Derecho Ambiental y hasta entronces Directora Ejecutiva de la CONAMA, juró ante la Presidenta Bachelet como nueva Ministra de Medio Ambiente.
El Centro de Derecho Ambiental saluda la designación de Ana Lya Uriarte deseándole gran éxito en su gestión.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Encuentro que no se la debiera llamar "Ministra de Medio Ambiente" si no existe todavía el Ministerio de Medio Ambiente. Suena bonito pero no es real. A no ser que la Ministra se gane el título impononiéndose sobre otros ministros incluso por encargo de la presidenta, para armar realmente una agenda de desarrollo sostenible transversal que todos se la crean, que es lo que nos falta. Felicito a este blog porque tiene mucha información. Eso sí veo que los abogados que son tan buenos para hablar son medios tímidos para opinar con las nuevas tecnologías.

Atte,
MGB
Ing. químico.

Anónimo dijo...

me parece grave que la misma persona que redacto la ley sea nombrada ministra, por lo menos se ve mal, pareciera que se hizo la ley para ella como en republicas bananeras o como cargos que aparecieron de la noche a la mañana en los oscuros tiempos de la dictadura.

Anónimo dijo...

Es triste que en Chile aun se encuentre perdido en la discución respecto de la institucionalidad y no se centre en los objetivos se deben lograr y los instrumentos más idóneos para hacese cargo de ellos. las instituciones son más buen un medio para lograr cumplir con los fines que aun no se conocen. Se está poniendo la carrete ante que los bueyes, lo que denota una inconsistencia en al diseño de las políticas, o peor aun, un intento por desviar la atención y centrar la discución en temas secundarios e irrelevantes.