07 marzo 2008

Energía para las personas, por las personas, pero sin las personas… por Solange Villarroel*

Solange Villarroel Riquelme es egresada de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile. Ha sido alumna de Derecho Ambiental, Clínica Ambiental y del taller de memoria en desarrollo sustentable en el cual ha profundizado en el tema energético.
(nuevo: Desde el 11 de marzo, Solange es ayudante del Centro de Derecho Ambiental, tras haber concursado con éxito).

Desde la segunda revolución industrial, el desarrollo económico de los países se basó en la utilización del crudo como forma de combustible. Este tipo de desarrollo trajo consigo, por una parte la escasez del mismo, dado que desde los años 80’ el mundo esta consumiendo solo las reservas de petróleo provocando los problemas geopolíticos que todos conocemos. Y por otra parte, igual o más preocupante, son los problemas ambientales que éste desarrollo indiscriminado provocó al planeta, gestándose el llamado “calentamiento global”, provocando cambios climáticos y desastres naturales que causan año tras año, miles de pérdidas humanas y materiales.

Bajo el concepto de buena gobernanza a nivel internacional se ha tratado de enfrentar estos problemas y a fin de darle un contenido más específico, en el seno de Naciones Unidas nace el concepto de desarrollo sustentable, que se entiende como la capacidad de satisfacer las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades.

En este escenario, la Unión Europea va a la cabeza en la reformulación de políticas de desarrollo económico y en especial en materia de política energética. Es así como en Enero de 2007 la Comisión[1] publica “Una Política Energética para Europa”[2] explicitando claramente que los pilares que sustentan la política energética de la Unión Europea son la sustentabilidad, competitividad y seguridad energética. Esta política se ha visto reflejada por una diversificación de la matriz energética de algunos países de la Unión Europea, incluyendo fuertemente las Energías Renovables No Convencionales.

Uno de los ejemplos más importantes de este desarrollo lo representa Alemania, donde las energías renovables, ya en el año 2006, tenían una participación en el consumo de energía primaria de 5,8 por ciento, con un crecimiento de la participación de las energías renovables en el consumo bruto de corriente eléctrica de 12,0 por ciento. Ha quedado bastante asentado en la comunidad internacional, que una de las razones del éxito de dicha política energética no se encuentra precisamente en la riqueza de recursos naturales de Alemania, sino en la institucionalidad legal y gubernamental que favorece el desarrollo de este tipo de energías y que fomenta la participación ciudadana en dichos proyectos. Un ejemplo paradigmático de esto es la comunidad de Schönau, una localidad del sur de Alemania que se convirtió en generadora y comercializadora de energía, comprando la red eléctrica local a fin de poder establecer una política energética propia que permitiera una producción descentralizada de energías renovables y un plan de ahorro y eficiencia energética propio.[3]

Esta experiencia no hace sino reforzar la idea que el concepto de desarrollo sustentable, viene a otorgar contenido a la buena gobernanza, y que parte importante de esta última, constituye la participación ciudadana.

Chile no se ha encontrado ajeno a las dificultades energéticas que se presentan en el mundo, la dependencia exterior alcanza tres cuartas partes[4] de la energía consumida y la generación eléctrica de Chile, esta aumentando en los últimos 6 años a tasas cercanas del 6% anual, generando una demanda creciente por nuevas fuentes energéticas. Así mismo, la capacidad instalada actual es de 12.000 MW y se estima que al 2020 será necesario duplicar esta cantidad.[5] Producto de esta creciente demanda energética, atemorizados por la inestabilidad en la importación de gas Argentino y las inclemencias del tiempo, el ejecutivo se ha propuesto que al 2010, el 15% de la nueva capacidad de generación provenga de energías renovables. A fin de proveer seguridad energética se gestaron en el congreso, las llamadas Ley Corta I y II, que crean una serie de incentivos en el campo de la generación eléctrica y que favorecen las Energías Renovables no Convencionales.

Un importante avance ha significado el esfuerzo realizado por Endesa Eco, filial de la empresa Endesa, con el proyecto de la Minicentral Hidroeléctrica Ojos de Agua que desde abril del 2007 se encuentra registrada como proyecto MDL por la Junta Ejecutiva de la Oficina de Cambio Climático de Naciones Unidas, estimándose que el proyecto evitaría una emisión de 23.000 toneladas de CO2 al año. Además de lo anterior, ya se encuentra en funcionamiento el Parque Eólico Canela ubicado en la IV región y que será el primero en su especie conectado al SIC. Se estima que este último proyecto ayudará a evitar la emisión de unas 30.000 toneladas de CO2 al año.

A pesar de lo anterior, Endesa Eco, reconoce que aún existen muchas dificultades[6] para desarrollar ERNC en Chile, dentro de los que se cuentan:

- Acceso de la tecnología.
- Acceso a mejores precios en la venta de energía.
- Comercialización de la energía.
- Localización de los proyectos dificulta la conexión a líneas o subestaciones.

Del listado precedente se puede observar claramente que son dificultades que las grandes empresas pueden sortear, y de hecho existen los dos proyectos ya mencionados anteriormente.

Pero la experiencia en el mundo nos muestra, que el tema de la energía ha sido solucionado por diferentes actores y de muy diversas formas, por lo tanto llama la atención que no exista una voluntad política real para fomentar la autoproducción de energía, la participación en proyectos de generación en conjunto, o por lo menos que no exista voluntad de hacer partícipe a la comunidad de decisiones importantes, como son instalar una gran hidroeléctrica o un campo eólico.

Ésta es la razón del título de la entrada, para al menos despertar la inquietud de las o los lectores respecto de la forma en que en nuestro país las personas se pudieran ver partícipes en el tema de la energía. Ya hemos visto que el camino no es el centralismo, tampoco las soluciones únicas, sino un conjunto de soluciones que podrían abastecer nuestra demanda energética de forma más limpia y eficiente.

Dejo abierta la columna para sus comentarios y propuestas teniendo en cuenta que finalmente las grandes empresas no son las más interesadas en que las personas se organicen, busquen nuevos tipos de energías y finalmente no fomenten su negocio como sucedió en Schönau.
...............
NOTAS:
[1] La Comisión Europea, es una institución políticamente independiente que representa y defiende los intereses de la Unión Europea en su conjunto, propone legislación, políticas y programas de acción. También es responsable de aplicar las decisiones del Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea. Es el órgano con poder ejecutivo, y de iniciativa
[2] COMUNICACIÓN de la Comisión al Consejo y Parlamento Europeo. Una Política Energética para Europa, del 10 de Enero de 2007. {SEC(2007) 12}
[3] http://www.barcelonaenergia.cat/cas/actualidad/reportajes/repor0411.htm
http://www.proteger.org.ar/doc398.html
[4] GANUZA, Enrique. Representante PNUD Chile. En: Energías Renovables y Generación Eléctrica en Chile. Programa de Naciones Unidas Para el Desarrollo, Endesa Eco. Temas para el desarrollo humano sustentable nº 13, Santiago, Diciembre 2007. P.5
[5] COMUNIAN, Flavio. Experiencias Internaciones en el Fomento de las Energías Renovables para la Generación Eléctrica: Propuestas para el caso Chileno. En: Energías Renovables y Generación Eléctrica en Chile. . Programa de Naciones Unidas Para el Desarrollo, Endesa Eco. Temas para el desarrollo humano sustentable nº 13, Santiago, Diciembre 2007. P 43
[6] GALAZ A. Ramón. Análisis de Beneficios y Barreras para la Generación Eléctrica con Energías Renovables No Convencionales con posterioridad a la Ley Corta II. En: Energías Renovables y Generación Eléctrica en Chile. . Programa de Naciones Unidas Para el Desarrollo, Endesa Eco. Temas para el desarrollo humano sustentable nº 13, Santiago, Diciembre 2007. P p.33

1 comentario:

Valentina Durán dijo...

Solange,

Interesante tu columna.
Una pregunta para la reflexión:

¿Qué mecanismos concretos de participacion pondrías a disposición de la ciudadanía en materia de energía en Chile y para qué tipo de decisiones?