*Éste es el título de la conferencia que ofrecerán los profesores George (Rock) Pring y Catherine (Kitty) Pring en las V Jornadas de Derecho Ambiental, que se realizará entre el 27 y 29 de octubre en el Aula Magna de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile.
Los profesores Rock y Kitty Pring son Co-Directores del Estudio de Cortes y Tribunales Ambientales de la Universidad de Denver, Colorado, Estados Unidos.
En el Centro de Derecho Ambiental los hemos invitado a las V Jornadas para que compartan con nosotros su interesante estudio, y que nos sirva de referente para analizar el Proyecto de Ley que Crea el Tribunal Ambiental que está en su segundo trámite constitucional en el Congreso Nacional.
En el Siglo XXI ha habido una “explosión” de tribunales y cortes ambientales (ECTs). Tanto es así que hasta ahora, el Estudio de ETC de la Universidad de Denver ha encontrado más de 350 ECTs en 42 países, tal como se expresa en nuestro nuevo libro, Greening Justice: Creating and Improving Environmental Courts and Tribunals. Y muchos más se encuentran actualmente en desarrollo, como el Proyecto de Ley que crea los Tribunales Ambientales, actualmente en tramitación en el Congreso chileno.
¿Qué es lo que está causando esta tendencia global hacia los cuerpos especializados de jurisdicción para dirimir los conflictos ambientales, de recursos naturales, de uso de suelos y de derecho sustentable?
Uno de los factores es la pública toma de conciencia y preocupación acerca de la degradación ambiental y sus consecuencias humanas, ecológicas y ambientales. Otro es la creciente cantidad y complejidad de las leyes ambientales, tanto nacionales como internacionales, y también de los estándares de las organizaciones internacionales. Un tercer factor sería el descontento frente a las cortes y organismos de carácter no especializado respecto a falta de acceso, competencia, eficiencia, justicia y ejecución de sus decisiones.
Muchos países –como es el caso de Chile- han estatuido como derecho humano el derecho a un ambiente libre de contaminación o bien han protegido al medio ambiente en sus Constituciones. Y muchos – como también es el caso de Chile recientemente han fortalecido su marco legal e institucional en materia ambiental. Estos factores aumentan la litigación ambiental –tanto ante las agencias como ante los tribunales- por ciudadanos privados, empresarios, el gobierno y organizaciones ambientales no gubernamentales. Este aumento en el número de casos ha puesto presión en los tribunales y también en los organismos administrativos para enfrentar de manera
eficiente y eficaz con el volumen de conflictos ambientales, que son legalmente, científicamente, tecnológicamente y económicamente complejos.
Como resultado, los países están explorando nuevas formas institucionales para mejorar el acceso a la justicia ambiental y resolver estos conflictos de manera justa, rápida y barata. El ejemplo propuesto de la legislación chilena para crear un tribunal verde, de índole administrativa, es un ejemplo de esta respuesta nacional a la demanda por una mejor gobernanza ambiental.
El éxito de cualquier nuevo tribunal o corte ambiental descansa en su diseño.
Basándose en más de 175 entrevistas con expertos en ECT alrededor del mundo desde el año 2007, “Greening Justice” y el Estudio de ECT proveen un marco de decisiones de los “12 ladrillos” o decisiones de diseño que deben ser tomadas para crear un tribunal ambiental exitoso. Las opciones – tales como el tipo de foro, jurisdicción legal, métodos alternativos de solución de disputas, costas, expertise, etc.- deben ser elegidas para encajar en cada país.
Las decisiones de Chile en reformar la justicia ambiental marcarán la pauta en la calidad de su paisaje ambiental y salud pública por décadas, impactando cómo sus decisiones en medio ambiente, recursos, uso de suelo, cambio climático y desarrollo sustentable son tomadas y ejecutadas.
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